Luego del accidente aéreo del 28 de noviembre de 2016, en el que murieron futbolistas, integrantes del cuerpo técnico, directivos, periodistas y personal de la tripulación, el mundo entero se solidarizó con Chapecoense, un modesto equipo brasileño que con esfuerzo logró clasificar la final de la Copa Sudamericana.
Los dos siguientes meses fueron caóticos. Como pudo, el equipo del estado de Santa Catarina comenzó a resurgir de las cenizas. “Chape” recibió homenajes en muchos países, disputó partidos oficiales y amistosos con los que se recaudó dinero y formó un nuevo equipo para afrontar cinco competencias en el 2017: Recopa Suramericana, Copa Libertadores, la Suruga Bank, el Campeonato Catarinense y el Campeonato Brasileño.
La directiva, bajo la dirección de Plinio David de Nês Filho, encomendó las riendas del club al exjugador y entrenador brasileño Vagner Mancini, quien fue relevado del cargo en el mes de julio por malos resultados. El fantasma del descenso comenzó a rondar hasta que llegó Gilson Kleina, quien logró la salvación para Chapecoense, que seguirá al menos por una temporada más en la primera división.
Actualmente, Helio Neto y el portero Jakson Follmann, sobrevivientes de la tragedia, trabajan con el club. El primero no ha podido volver a jugar, pero entrena con la primera escuadra, mientras que el segundo, quien perdió una de sus piernas en el accidente, no aguantó las ganas de pararse bajo los tres palos y la semana anterior practicó sus habilidades en el Arena Condá.
Hoy, un año después del fatídico accidente, el Club Atlético Nacional, la Gobernación de Antioquia y el municipio de La Unión realizarán un homenaje a las 71 personas que fallecieron en el Oriente Antioqueño, entre ellos el plantel de Chapecoense, quienes son recordados como el equipo de los “eternos campeones”.
Por: Juan Pablo Tabares Ortega En Alianza con MiOriente
