Desde que tengo memoria, La Ceja vs Rionegro es el ‘Clásico del Oriente’

Desde que tengo memoria, La Ceja vs Rionegro es el ‘Clásico del Oriente’
agosto 05 20:39 2021

Por: Luisa Fernanda Parrado M.

El fútbol aficionado me resulta casi romántico, a mi parecer es la expresión máxima de lo que es y genera este deporte. No voy con quienes desmeritan esta clase de categorías y competiciones, pues es en estas mismas donde se siente la fiebre del balompié más allá de intereses económicos y administrativos. Se juega en el lugar que te vio nacer y frente a quienes te vieron crecer, las hinchadas son más fiebre que fútbol y las finales más tradición que un simple partido.

Desde que “El Campo Santander” o “La Bombonera” tenía suelo beige por su arenilla, Rionegro vs La Ceja siempre ha sido un clásico para los orientales. En esta clase de compromisos, los del ‘pueblo de las bicicletas’, que se han caracterizado por su buen juego en el mediocampo y su solidez defensiva, se olvidan de sus compañeros de Rionegro para convertirse en rivales directos cuando de defender colores locales se trataba. Tal es el caso de David Alejandro Uribe y Anderson Henao, siempre referentes del fútbol cejeño, quienes curiosamente gritaron sus primeros goles en el Alberto Grisales, pero que ahora defienden la bandera amarilla roja y verde, para recordarnos en partidos como éste de donde es que realmente hacen parte.

Por su parte, los ‘rojiblancos’ tienen en este momento una nómina con más presencia de jugadores que han militado en el fútbol profesional y aunque la mayoría ya no juega en primera ni segunda división, es el Intermunicipal el espacio donde nos recuerdan a los espectadores que con el fútbol se nace y difícilmente eso se olvida. Esteban Sandoval en una brillante semifinal contra El Carmen, en la cual marcó tres goles, evocó los momentos del fútbol rionegrero en su punto máximo, ese que hacía exaltar a la gente de felicidad y gritar el nombre de Rionegro hasta el último suspiro.

El partido de ida de la gran final tuvo valores agregados que muchas veces pesan más que el fútbol. La hinchada cejeña hizo gran presencia en la Unidad Deportiva Hernán Hugo Martínez y se notó el desbalance técnico y táctico del equipo visitante. Un partido disputado en la mitad del terreno y por momentos con poca profundidad, permitía identificar las intenciones de Rionegro jugando por dentro y generando opciones de gol. Sin embargo, la amplitud por los costados por parte del equipo local, sumado a una defensa rival con poca marca y resistencia, le permitió a Juan Camilo Quinceno, sobre el minuto 31, recibir un balón de frente, voltearse y anotar el primer gol de la final del “Mundialito de Pueblos”; luego, Andrés García sentenció el juego con un 2-0.

Precisamente, siempre he pensado que el 2-0 resulta ser el marcador más engañoso del fútbol, pero que a su vez le da un parte de tranquilidad al equipo cejeño que sueña con el bicampeonato. No obstante, es necesario aludir a la fortaleza de Rionegro siendo local en una cancha como el Campo Santander que le permite abrir espacios y jugar casi de memoria con futbolistas que han compartido gran parte de su vida juntos.

No estamos excentos de que el próximo domingo los penales sean los protagonistas, disparos que son agonía y suerte cuando el corazón está de por medio y es justo eso lo que no quieren repetir los rionegreros, pues ya en 2019 La Ceja lo venció por esa vía.

Las victorias no se cantan hasta que suena el pitazo final y el fútbol no se pronostica, se vive. ¡Que gane el mejor!

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