Por: Juan Pablo Tabares Ortega
Sin fusiles y con un remo en sus manos, desde el pasado 13 de mayo cinco excombatientes de las FARC y tres habitantes de la población de Miravalle, Caquetá, se encuentran en Australia representando a Colombia en el mundial de rafting, donde llevan un mensaje de esperanza y paz.
«Es un proyecto especial y lindo sobre la posibilidad que tiene la paz. Hace unos seis años muchos de ellos estaban en la cárcel o en el monte y ahora representan a Colombia en una competencia deportiva Internacional«, expresó Mauricio Artiñano, miembro de la Misión de la ONU en Colombia.
Los integrantes del combinado nacional han estado en medio de la lluvia y el fuerte viento a orillas del río Tully, a donde llevan la bandera tricolor en el certamen. Sin embargo, para ellos el verdadero reto es ser aceptados en Colombia en este tiempo de paz, aunque argumentan que la reinserción es compleja.
Precisamente, el camino a la paz ha sido difícil en un país en donde el conflicto interno, protagonizado por grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y agentes estatales, dejó más de 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados a lo largo de 53 años, según cifras oficiales.
«Colombia es un caso de éxito, de inspiración para el mundo con su proceso de paz y postconflicto. Es un ejemplo porque fueron más de 50 años de guerra y se puso fin con una solución negociada y política y el equipo de rafting demuestra que la paz es posible«, enfatizó Artiñano.